jueves, 3 de diciembre de 2009

Lic Bercovich

jueves 3 de diciembre de 2009
Celotipia y violencia Emocional
Resumen.

Por la lic.Clelia Bercovich.- .

Los procesos de violencia emocional sistemática de género presentan patrones recurrentes (repetición de fenómenos) y concurrentes (asociación de diferentes fenómenos) que pueden resultar hasta previsibles en el desarrollo, agravamiento y/o final de un vínculo de pareja para algunos observadores pero generalmente no se visualizan así por las vìctimas de los perpetradores. Como en la mayoría de los desarrollos de circuito violento monodirigido, es decir generado en forma unilineal desde un perpetrador a su objeto, los procesos tien un modelo de producción sistemàtico.. Debemos tener en cuenta que los procesos violentos en general presentan formas mixtas, en los que se puede observar violencia física, psicológica, emocional, económica y sexual. Pero también es posible encontrar predominancias. En este trabajo consideraremos la violencia a predominio emocional ligada especialmente con los fenómenos celotípicos, de cuño paranoide. orte persecutorio. El aumento de la frecuencia de los mismos, casi siempre resulta sorpresivo y arbitrario para las mujeres afectadas, se desarrolla mediante manipulaciones agraviantes de la autoestima , con el cuestionamiento de los valores éticos de las mujeres objeto del ataque. - generalmente encuadrado en una operatoria de cuño celotípico. La reiteración de los ciclos resquebraja la estructura psíquica y va afectando las áreas del pensamiento y la emocionalidad, el universo de las interacciones sociales y familiares, la libertad de elección personal, el área familiar y social de la mujer objeto de dichas manipulaciones. La repetición, en el marco de diferentes instancias enlazadas por el afán posesivo creciente del victimario, va cercenando las capacidades de respuesta defensiva, debilitándolas y ocasionado stress pos- traumático, Cada episodio, se constituye en "un acontecimiento en sí mismo" en el que la mujer se ve necesitada de traducir las versiones fabulatorias de tipo delirante paranoide “delirio celotípico” en el que el perpetrador busca confirmar sus propias ideas fijas a la manera del “síndrome de Otelo” y acusatorias del perpetrador y la atribución de falsas intencionalidades en la víctima, que no puede reconocer simplemente que estos escenarios fabulatorios están constituidos previamente en las representaciones psíquicas del violento y sólo las vuelve a depositar en cada ocasión, al servicio de desplegar su hostilidad hacia la mujer objeto de las manipulaciones presentes.
El violento repite un libreto rígidamente armado y en el que cada parte encaja perfectamente en el argumento.
Se producen en el curso del proceso, facilitaciones del enfermar somático y un empobrecimiento general del funcionamiento de la afectada, en la medida en que el violento va succionando la riqueza de su mundo interno sin reconocer cómo sus propias carencias vitales lo llevan a un incremento de la hostilidad envidiosa hacia la víctima , a la que "castiga" por ser quien "conoce" dichas carencias .
Resulta fundamental la capacitación de los profesionales dedicados a la salud en el tema de los procesos violentos, de la conducta prototípica de los perpetradores sobre las afectadas y sus efectos en la salud, puesto que si bien, la mayoría de las veces los actores no suelen padecer trastornos manifiestos en términos de salud mental, causan estragos en la salud psíquica de sus víctimas al tener como base la intencionalidad de "aniquilamiento" del objeto, ya sea físico (asesinatos de mujeres) o simbólico, sostenido a través de un imaginario social que avala y permite la agresión en base al ejercicio de estereotipos vigentes, correspondientes a los géneros sexuales, y al relegamiento del tema de la violencia de género en las políticas de salud pública. Este desconocimiento constituye una violencia pública e institucional hacia los derechos humanos de las mujeres
Publicado por Clelia Bercovich en 11:27 0 comentarios
Etiquetas: Celotipia y Violencia
LO SINIESTRO EN LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Qué es lo siniestro?

Entiendo lo siniestro como aquéllo que siendo familiar se transforma ante nuestros ojos y adquiere una dimensión terrorífica, vida propia,así como esa insignificante canilla que en la noche asusta con su goteo y se torna de pronto irreconocible...

También puede resultar siniestra una transformación del cuerpo con la enfermedad, y el sujeto sentir que su cuerpo no es confiable, como una especie de envoltura ajena y sufrir un fenómeno de extrañamiento
Del mismo modo unos padres siniestros son aquellos que en lugar de conceder amor que es lo esperable, actúan a través del castigo y del sadismo. Es de ese modo, que el violento suele revelarse a poco de andar en un vínculo , pasando de ser un "caballero gentil y obsequioso" en alguien cruel, que la víctima no reconoce...en alguien monstruoso.

Y con respecto a la literatura - evocando lo siniestro- , Freud, precisamente, en "Lo Siniestro" explica las licencias y la naturalidad con que el poeta lo incorpora :

“Entre las numerosas licencias de que goza el poeta también se cuenta la de poder elegir a su arbitrio el mundo de su evocación, de modo que coincida con nuestra realidad familiar o se aleje en cualquier modo de ella. En todo caso, nosotros lo seguiremos. El mundo de los cuentos de hadas, por ejemplo, abandona desde el principio el terreno de la realidad y toma abiertamente el partido de las convicciones animistas.
Realizaciones de deseos, fuerzas secretas, omnipotencia del pensamiento, animación de lo inanimado, efectos todos muy corrientes en los cuentos, no pueden provocar en ellos una impresión siniestra, pues para que nazca este sentimiento es preciso, como vimos, que el juicio se encuentre en duda respecto a si lo increíble, superado, no podría, a la postre, ser posible en la realidad, cuestión ésta que desde el principio es decidida por las convenciones que rigen el mundo de los cuentos. De tal manera, el cuento de hadas, fuente de la mayor parte de los ejemplos que contradicen nuestra teoría de lo siniestro, ilustra prácticamente el primero de los casos mencionados: en el dominio de la ficción no son siniestras muchas cosas que lo serían en la vida real. (…)
(...) el poeta puede exaltar y multiplicar lo siniestro mucho más allá de lo que es posible en la vida real, haciendo suceder lo que jamás o raramente acaecería en la realidad. En cierta manera, nos libra entonces a nuestra superstición, que habíamos creído superada; nos engaña al prometernos la realidad vulgar, para salirse luego de ella. Reaccionamos ante sus ficciones como lo haríamos frente a nuestras propias vivencias; una vez que nos damos cuenta de la
mistificación ya es demasiado tarde, pues el poeta ha logrado su objeto, pero por mi parte afirmo que no ha obtenido un efecto puro. Nos queda un sentimiento de insatisfacción, una especie de rencor por el engaño intentado, sensación ésta que experimenté con particular claridad después de haber leído el cuento de Schnitzler Die Weissagung («La profecía») y otras producciones del género que coquetean con lo milagroso. El literato dispone todavía de un recurso que le permite sustraerse a nuestra rebelión y mejorar al mismo tiempo las perspectivas de lograr sus propósitos. Este medio consiste en dejarnos en suspenso, durante largo tiempo, respecto a cuáles son las convenciones que rigen en el mundo por él adoptado; o bien en esquivar hasta el fin, con arte y astucia, una explicación decisiva al respecto. Pero, en todo caso, cúmplese aquí la circunstancia anotada de que la ficción crea nuevas posibilidades de lo siniestro, que no pueden

No hay comentarios: